Al consultarle a Ramiro Lapeña, miembro de la Asociación de Estudios Internacionales del Ecuador, sobre la resolución de la Organización de los Estados Americanos (OEA) condenando la incursión en la embajada mexicana en Quito, habló de una decisión que deja claro que el derecho internacional hay que respetarlo y que no se puede violar una sede diplomática. Lapeña en su análisis hizo referencia al argumento que sigue manejando Ecuador y a la posición de no pedir disculpas por lo ocurrido.

Elba Luzardo, CORAPE