Pese a que el Ecuador es un país megadiverso, muchas de las especies de aves y mariposas están en peligro de extinción. El Jardín Alado es uno de los pocos proyectos que existen para rescatar y rehabilitar aves y reintegrarlas a la naturaleza.

Paul Tufiño, director del Jardín Alado, recibe águilas, cóndores, quilicos y otras especies que han sido disparadas, atropelladas o lastimadas. Algunas, explica, pueden ser reinsertadas a su hábitat, otras, sin embargo, deben permanecer en el centro porque han perdido sus habilidades de supervivencia.

Es entonces cuando se las adiestra para que las personas las conozcan de cerca, valoren su belleza y se sensibilicen sobre la importancia de su rol en la naturaleza.

Además de las aves, también existe un mariposario, donde se cría mariposas para exhibirlas y para conservar estas especies, pues su papel en la polinización de plantas es tan importante como el de las abejas: si ellas desaparecen, la humanidad desaparece, ya que estos insectos son responsables de gran parte de la fecundación de los cultivos que alimentan a los seres humanos.

Carmen Pazmiño, CORAPE