El asesinato de la subteniente Aidita Pamela Ati, cuyo cuerpo fue hallado en el Fuerte Militar Napo y cuyos propios compañeros están implicados, exige respuestas y, sobre todo, justicia, según los familiares de la subteniente. Más de un mes después del crimen, la familia de la víctima y los ciudadanos de El Coca marcharon en busca de justicia, con la esperanza de que el caso no quede impune. Actualmente, la Fiscalía está procesando a seis personas por el delito de femicidio, y cuatro militares están en prisión preventiva tras llevar a la joven a su habitación después de una presunta fiesta. La protesta también atrajo a los familiares de la subteniente María José Morillo, quien murió en circunstancias sospechosas en 2021 durante un "curso de tigre" en la Brigada Napo.

Víctor Gómez, Radio Sucumbíos